miércoles, 30 de octubre de 2013

Treinta años de elecciones y del retorno al sistema democrático

La Universidad Nacional de Mar del Plata celebra hoy 30 de octubre los treinta años de la elección realizada en 1983 y que diera inicio el 10 de diciembre al mayor período democrático de nuestra historia desde la aprobación de la Ley de Reforma Electoral impulsada por Sáenz Peña en 1912.


En ese momento el conjunto de la sociedad argentina estaba atravesada por sentimientos contradictorios que surgían del miedo y la angustia de haber atravesado la larga noche de una dictadura militar que se había iniciado en marzo de 1976 y que había concluido de la peor forma con la rendición militar en Malvinas en junio de 1982 y la renovada esperanza de un cambio profundo a partir del pronto retorno a una Democracia desconocida por jóvenes de varias generaciones.

Existía una enorme expectativa en la mayoría de la sociedad en que al recuperarse el poder de decisión a través del voto se iniciaría un nuevo camino que permitiría dejar en el pasado la violencia y el autoritarismo que había signado gran parte de nuestra historia, revalorizando tal vez por primera vez en décadas al sistema democrático como única vía a través de la cual se podía consolidar un proyecto de país que saldara las desigualdades económicas, políticas y sociales entre sus habitantes.

Esa primera elección también significaba dejar atrás la rabia y la impotencia para transformarlas en búsqueda de la verdad, justicia y memoria. En esos primeros años de la denominada transición democrática y sobre todo en la recuperación del Estado de Derecho, hubo un núcleo propiamente formador de la experiencia y la conciencia social de ese pasado: En primer lugar la toma de conciencia respecto que el ciclo de gobiernos civiles e interrupciones de los mismos por golpes militares debía llegar a su fin y en que los responsables de los mismos y de las aberraciones cometidas a través del Terrorismo de Estado debían ser juzgados y condenados, sin ningún tipo de contemplación. Mas allá de consideraciones coyunturales, de las discrepancias y de los correspondientes juicios históricos, sería imposible no reconocer en ese logro la enorme tarea realizada durante la primera etapa del gobierno de Raúl Alfonsín.

En este sentido, el sistema de Educación Superior argentino también reconoce el importante esfuerzo realizado por instituir desde la base de la autonomía un proceso de normalización que permitió a las universidades nacionales recuperar sus propias instancias de cogobierno entre sus claustros, la eliminación de las censuras y proscripciones, el retorno de los exiliados y acompañar al conjunto de la sociedad en la búsqueda de la verdad sobre sus propios alumnos, docentes, graduados y personal universitario muertos y desaparecidos.

Son muchas todavía las deudas que la democracia debe saldar respecto de las promesas y las esperanzas puestas en aquella elección de 1983, pero claramente estas tres décadas han servido para consolidar la consigna respecto a que los problemas de la Democracia se solucionan con mas Democracia.